Sergio Romagnani ha visto muchas epidemias, pero dice que esta
es la primera en la que él personalmente se considera un objetivo. “Soy
consciente de la gravedad que tendría un contagio a mi edad. Nunca me he
encontrado ante algo así. El VIH, por ejemplo, era muy grave, pero se
solucionaba con medidas muy sencillas”, dice por teléfono desde su casa. Tiene
81 años, es profesor emérito de la Universidad de Florencia, una eminencia en
el campo de la inmunología y la medicina interna, y uno de los 30 científicos
italianos más citados. Estos días anda tan atareado que para entrevistarlo
hemos tenido que localizar a su hija.
Romagnani empezó a alertar a la opinión pública toscana antes de
que casi nadie se tomase el problema en serio en Europa y ha sido precisamente
uno de sus discípulos, Andrea Crisanti, de la Universidad de Padova, quien está
consiguiendo el que quizá sea el primer retroceso del Covid-19 en territorio
europeo: la 'batalla' de Véneto. Allí, el virus brotó con violencia, pero se
bate en retirada tras una serie de medidas que otros territorios no supieron
adoptar a tiempo.
Si Lombardía (Milán/Bérgamo) es la cruz de la moneda, Véneto
(Pádova/Venecia) es la cara. En el último recuento oficial, Véneto registraba
662 muertos y 11.000 casos confirmados. Mientras, Lombardía, superaba los 9.200
fallecidos y roza los 52.000 casos. ¿La clave? Con cifras tan dispares, las dos
han realizado casi el mismo número de test.
En la localidad de Vò Euganeo (Véneto, norte de Italia) se
produjo uno de los primeros brotes. Decidieron hacer test a toda la población,
a los 3.500 habitantes, y aislar a todos los positivos, incluidos los
asintomáticos. Y la epidemia se frenó en seco, al revés de lo que ocurrió en
Lombardía... o en Madrid.
Vò es una localidad en la que había una situación muy parecida a
la de Codogno (Lombardía). De hecho, había habido contactos entre los dos
pueblos, que están muy cerca aunque pertenecen a regiones distintas. E igual
que en Codogno, Vò se convirtió en 'zona roja' desde el principio y se cerró
completamente a la población. La diferencia es que aquí entró en juego mi
discípulo, Andrea Crisanti, con quien he hablado mucho estos días. Aconsejadas
por él, las autoridades decidieron hacer test a todos los habitantes del
pueblo.
¿Y cuál fue el resultado?
El resultado se obtuvo sobre una muestra muy pequeña, pero aun
así es muy revelador. Un total de 58 personas dieron positivo en los test
realizados entre el 22 y el 25 de febrero y, de todos ellos, 33 eran totalmente
asintomáticos. De los menores de 50, la mayoría lo eran. Establecimos la
hipótesis de que entre el 50% y el 70% de los infectados no estarían
desarrollando síntomas, que recogieron los periódicos italianos. Y lo más
importante: 10 días después solo dieron positivo 19 de los asintomáticos y 10
de los que tenían síntomas.
Un estudio posterior, en China, incide en que alrededor del 80%
de los contagios lo provocan infectados no detectados, entre ellos
asintomáticos.
Claro, porque son muchos y son una fuente formidable de
contagio. Por eso hay que aislarlos inmediatamente. La mayoría eran personas
jóvenes y sanas. Pero lo más interesante de todo es que cuando los contagiados
asintomáticos fueron aislados en Vò, el porcentaje de enfermos disminuyó de
golpe del 3,2% al 0,3%. ¡Más de 10 veces! Llegamos a la conclusión de que la
circulación del virus alrededor de una misma persona, aunque ya esté infectada,
agrava su patología.
Antes de seguir con eso, me queda una duda, ¿los asintomáticos
no presentaron síntomas después del primer test, no?
No, no. Ya le digo que a los 10 días les volvieron a hacer el
test y ya más de la mitad dieron negativo. Creo que en todo el brote allí solo
ha muerto una persona. ¡Compárelo con Codogno, donde ha habido tantísimas
víctimas! La impresión de Crisanti, que comparto, es que quizá fue el
aislamiento de los asintomáticos positivos lo que frenó la epidemia. Es una hipótesis,
pero creemos que cuando el virus circula muchas veces por el mismo ambiente,
potencia su acción. "Es como si las insignificantes mutaciones que el
virus va sufriendo lo hiciesen mucho más peligroso para aquellos que están
expuestos continuamente"
Eso explicaría por qué el personal sanitario ha sufrido la
enfermedad más que otros colectivos, no solo por riesgo de contagio sino por
evolución de la patología.
Los pacientes de Vò que desarrollaron una enfermedad grave eran
ancianos que vivían en comunidad, mientras que aquellos que aislamos tuvieron
una evolución mucho menos grave. Creemos que la exposición repetida lo agrava
todo. Es como si las insignificantes mutaciones que el virus va sufriendo lo
hiciesen mucho más peligroso para aquellos que están expuestos continuamente a
su presencia.
Imagino que está al tanto de la evolución del Covid-19 en
España.
Lo sigo por las noticias. Yo creo que en Madrid está ocurriendo
lo mismo que en Lombardía. En Lombardía no han hecho test a los asintomáticos,
sólo a los que tienen ya síntomas. Y no han querido llevar mascarillas. Dos
enormes errores estratégicos, que son los que han desatado la tragedia.
Lombardía está como Madrid, ya lo sabe: tenemos muchas personas en terapia
intensiva. La tasa de letalidad del coronavirus en Italia ha ido
aumentando sostenidamente desde que inició la epidemia y ya oscila en torno al
10%
En las residencias de ancianos españolas la situación está
siendo infernal. ¿En Italia?
Es que son un incubador trágico del virus. Lo hemos visto
también aquí: se ponen todos los ancianos enfermos. ¿Por qué? Porque no
hicieron test al personal que trabaja allí, a quienes los cuidan, que son en
muchos casos asintomáticos y son los que han llevado el virus a los ancianos.
Es gente que hacía una vida normal, entraba allí, infectaba a los viejos y se
desataba el fin del mundo. Aquí tenemos residencias donde se ha infectado hasta
el 50 y el 80% de la gente.. La única manera de frenarlo es hacer test a todo
el personal que trabaja allí y sacar inmediatamente a los que den positivo. Si
no lo hacemos, seguirán muriendo.
Entiendo que otra cosa que se ha hecho muy bien en Véneto es
evitar la hospitalización de todos los pacientes con síntomas. Mantenerlos
alejados.
El virus es muy peligroso en ambientes cerrados donde hay muchas
personas. Por eso hay que actuar enseguida en hospitales y ambulatorios
médicos. El desastre de Bérgamo empezó precisamente en unas Urgencias, donde no
se dieron cuenta de que había llegado un paciente con síntomas, que fue el que
infectó a los médicos, a las enfermeras, a todos los pacientes… El que pasaba
por allí salía con el virus. Así explotó la epidemia en Bérgamo. Esa es la
verdad. "Cuando llegaron los médicos enviados por China, se quedaron
estupefactos. Nos decían que si estábamos locos"
Y en el Véneto se hizo distinto, ¿no?
En cuanto crearon la ‘zona roja’, aislaron a todos, también los
asintomáticos… Paralizaron el brote. En el norte, en el área de Bergamo
(Lombardía), hay grandes industrias que producen mucho. Se valoró distinto por
motivos económicos quizá. Y ya ve el resultado… Al final hemos tenido que
paralizar la nación entera por esos errores iniciales.
Usted dice que otro error fue aconsejar a la población no llevar
mascarillas.
Eso ha sido un error enorme. ¡Enorme! Las mascarillas es obvio
que no dan una protección al 100%, pero si las lleva todo el mundo baja
muchísimo el riesgo de contagio. Cuando llegaron los médicos enviados por
China, se quedaron estupefactos. Nos decían que si estábamos locos. Ellos es
verdad que están acostumbrados a llevarlas por la contaminación, etcétera, pero
no se podían creer que en Italia las autoridades recomendasen lo contrario.
¿La gestión de los países asiáticos ha sido tan buena como se
percibe desde aquí?
Muy buena. Mire, un lugar muy peligroso son los ascensores. Los
chinos tienen pañuelos desinfectantes dentro como protección. ¡Y en Corea del
Sur lo han hecho todavía mejor! Allí han hecho como en Vò, pero además usando
medios tecnológicos para rastrear los teléfonos. Tienen el control de todos los
positivos, saben adónde van, con quién han tenido contactos… e inmediatamente
los aíslan. El 27 de enero, ¡el 27 de enero!, se reunieron los responsables de
su centro de control de epidemias y en siete semanas tenían test para todos,
adquiridos a la empresa más fiable. Han hecho cientos de miles de test. Como en
Vò, pero a lo grande.
Al inicio de la epidemia, se cuestionaba el gasto económico de
comprar y hacer tantísimos test.
¿Cuánto cuesta un test? ¿Una decena de euros? ¿Algo más? Lo digo
porque tener en terapia intensiva a un paciente durante 20 días en Italia
cuesta entre 50.000 y 60.000 euros. "Hay que empezar ya a hacer test
masivos a las categorías que pueden ser vector de contagio por el trabajo que
desarrollan"
Teniendo en cuenta cómo ha avanzado la epidemia, ¿deberíamos
hacer test a toda la población?
Es imposible hacer test a todo un país, eso es imposible. Pero
lo que se puede hacer es elegir a quién lo haces y no parar. Se tiene que
empezar con las categorías que pueden ser vector de contagio por el trabajo que
desarrollan. Médicos, enfermeros, personal sanitario, trabajadores de
supermercados, agentes de policía, farmacéuticos, etcétera. A esos hay que
hacerles test a todos.
Usted vio venir esto mucho antes que el resto. Está negro sobre
blanco en los artículos publicados en la prensa toscana.
Soy profesor emérito, estoy prácticamente jubilado, pero he
entendido la gravedad precozmente, muy precozmente. El gobernador de Toscana,
que me conocía bien, me contactó y por eso empezaron a hacer test a los médicos
aquí, a los enfermeros, etcétera. ¡En Lombardía no se los hacían ni a los
médicos! ¡En los hospitales no se hacían a nadie! Lo peor es que seguían las
recomendaciones de la OMS, que decía que había que hacer test solo a los que
tenían síntomas.
Con las mascarillas también ha habido rectificación. ¿Ha fallado
la OMS?
Ha sido desastroso, totalmente desastroso. Hasta hace 10 días,
aquí seguían diciendo por televisión en mensajes oficiales que las mascarillas
no servían para nada, que los test a los asintomáticos no servían para nada. Al
final, Véneto está controlando el coronavirus por no seguir a la OMS. Ahora
están cambiando el discurso y están diciendo lo que yo dejé escrito hace dos
meses. Pero ahora llega tarde. Hacía falta hacerlo entonces para frenarlo.
¿Cómo es posible que haya fallado tanto la OMS?
Nos hemos hecho esa pregunta nosotros también muchas veces estos
días. Yo creo que fundamentalmente han fallado porque son burócratas que han
hecho carrera dentro de oficinas, pero no han vivido la experiencia de campo,
no han estado ni en los laboratorios manejando virus ni implicados en
situaciones epidémicas en otros países. Los políticos se han dejado aconsejar por
burócratas, en lugar de por expertos. Los políticos están siendo muy
criticados, pero la verdad es que han tomado decisiones aconsejados por lo que
les decían los técnicos. "Los políticos están siendo muy criticados,
pero la verdad es que han tomado decisiones aconsejados por lo que les decían
los técnicos"
¿Alguna experiencia que haya tenido usted le ha permitido
entender mejor que sus colegas lo que podía estar pasando?
Yo creo que me he preparado durante toda mi vida para entender
este momento. Mi discípulo lo entendió incluso antes. Era un chaval genial en
la universidad, se ha convertido en un investigador famoso en el campo de la
malaria. Estaba trabajando en Londres, en el Imperial College, pero hemos
tenido la suerte de que la Universidad de Padova lo trajese de vuelta a Italia.
Ha sido la bendición del Véneto. Gracias a él, que es un verdadero experto, un
virólogo, el gobernador del Véneto está frenando la epidemia.
¿Por qué se han fiado más de él que de la OMS o del Gobierno
central?
El gobernador del Véneto es de la Liga Norte, donde no tienen
particular simpatía por el Gobierno central italiano. Así que ha hecho las
cosas como le ha dado la gana, a su manera... Con la suerte de que ha dado con
Crisanti.
¿Y después del encierro? ¿Lo que nos espera cuando se aplane la
curva del coronavirus?
Todos los expertos consultados coinciden en que la batalla
contra el coronavirus no finalizará cuando se levante el estado de alarma.
Algunas medidas se mantendrán y se crearán otras totalmente nuevas
Asumiendo que hemos perdido la oportunidad de hacerlo como se
hizo en Véneto. ¿Qué podemos hacer ahora?
Buscar los anticuerpos del virus en la sangre es muy fácil. Y
nos permitiría saber cuántas personas han tenido la infección. A partir de ahí,
podríamos avanzar mucho en la investigación epidemiológica para saber dónde
estamos. Luego se podría utilizar a las personas con anticuerpos para trabajar
en lugares como residencias de ancianos, fábricas o donde hagan más falta. Y
tercero: podríamos utilizar el plasma de esas personas para curar a pacientes.
Esta terapia ya se está utilizando y puede funcionar como una vacuna pasiva:
anticuerpos metidos directamente a la sangre.
También permitiría saber cuánta gente ha pasado la enfermedad
sin síntomas o con síntomas ligeros, claro.
Las cifras exactas no se van a conseguir. Los estudios de
anticuerpos no detectan a todo el que lo ha pasado sin síntomas, solo a dos
tercios. En cualquier caso... En el hospital de Florencia lo hemos hecho con
todo el personal sanitario y hemos encontrado que en torno a un 5% de médicos y
enfermeros había pasado ya la enfermedad sin síntomas. Eso a pesar de que es un
hospital que no estaba en primera línea y donde no ha habido apenas pacientes
con coronavirus. "El virus tiene mucho margen todavía, muchos cuerpos
que infectar, muchas vidas en riesgo"
Aquí mucha gente fantasea con la idea de que medio Madrid ha
pasado ya el coronavirus.
En Italia pasa algo parecido. Pero ojo, porque yo creo que el
porcentaje de población europea que lo ha pasado todavía no es muy grande. El
virus tiene mucho margen todavía, muchos cuerpos que infectar, muchas vidas en
riesgo.
Usted es de los que se metieron en cuarentena antes de que fuese
obligatorio.
Llevo ya más de un mes. De todos modos, como profesor emérito,
mi actividad no era tampoco muy intensa. Cuando empezó esta historia, ya
llevaba tiempo evitando el contacto con gente. Ya había entendido lo que iba a pasar.
Piense que tengo 40 años de experiencia, de investigación, y tengo amistad con
los principales expertos. Anthony Fauci, el que está al frente en Estados
Unidos, es buen amigo mío. Oiga, ¿le puedo hacer ahora yo a usted una pregunta?
¿La decisión de disputar con público el encuentro entra Atalanta
y Valencia de la Champions League que se celebró el pasado mes de febrero
aceleró la difusión de la pandemia?
Sí, claro.
¿Se ha hablado en España del partido Atalanta-Valencia?
Sí, se ha comentado que fue fuente de contagio importante, pero
sobre todo para la gente de Bérgamo. Fueron 40.000 de Bérgamo a Milán, todos
juntos en el estadio. Y claro… Y eso que al aire libre es mucho menos
peligroso, porque en ambientes cerrados el virus se queda en el aire durante un
tiempo y puede inhalarse directamente. Aún no está del todo claro, pero
parece que aunque no estés delante de la persona infectada, aunque no la veas,
te puedes llegar a infectar en ambientes cerrados.
¿Cómo se imagina la vida dentro de unos meses?
La vida a partir de ahora será mucho más complicada y mucho
menos bella. Seguro que ya no va a ser como antes. Habrá que ir con mascarillas
todo el día, habrá que evitar las grandes concentraciones, habrá que cancelar
todo tipo de espectáculos deportivos, congresos, quedadas, discotecas, bares…
Quizá los restaurantes se podrán volver a abrir distanciando mucho las
mesas.
¿Confía en que se encuentre una vacuna?
Para que sea eficaz, hace falta mínimo un año. A ver si se
consigue. Lo normal es que sí, seamos optimistas, porque las características
del virus no son como las del VIH, por ejemplo. No entra en las células, sino
que se pega a ellas y el anticuerpo lo localiza. Quizá no será una vacuna para
toda la vida, pero entonces bastaría con una protección de año en año, como con
la gripe. Pero nunca se sabe. Y luego es que la producción tendrá que ser
gigantesca: todos los habitantes del planeta van a querer su dosis.
¿Es difícil desde el punto de vista de la materia prima fabricar
vacunas para todos?
No, eso no. El material no es un problema con la tecnología
actual. Una vez has aislado el virus y encontrado la proteína útil a inyectar,
se puede producir en cantidades ilimitadas. Pero es que somos muchos millones…
Habrá que empezar con categorías especiales: ancianos, enfermos, etcétera.
¿Qué edad tienen los fallecidos con coronavirus en España y el
resto del mundo?
Casi la mitad de los fallecidos en España son octogenarios (el
46,3%) y los que superan los 90 representan cerca de la quinta parte (19,4%).
¿Qué hay de los jóvenes?
Algo que sigue preocupando es que también mueren personas
jóvenes.
Creo que se distorsiona un poco ese mensaje. En realidad es muy,
muy rara la muerte de personas jóvenes. Por debajo de los 20 años, creo que han
muerto 10 en total, al menos en los países donde se sabe lo que está pasando.
En África no tenemos ni idea de lo que puede estar sucediendo.
Como inmunólogo ¿qué teoría le convence más sobre lo selectiva
que es en términos de edad la neumonía que provoca este virus?
Hay dos teorías. La primera dice que la respuesta tumultuosa y
excesiva causada por el sistema inmunológico natural, una tormenta de
citoquinas macrófagas que colapsan los pulmones... Una reacción excesiva en los
pacientes más ancianos. Los niños de dos o tres años que tienen un sistema
inmunológico muy poco eficaz, apenas formado, ni lo notan. La segunda
teoría dice que una persona anciana ha tenido muchas infecciones de otros
coronavirus a lo largo de su vida y ha acumulado una cantidad de anticuerpos
tan grande que cuando se infecta con este virus nuevo, reacciona anegando los
pulmones con esos anticuerpos… Ninguna de las dos teorías me convence, la
verdad, yo los anticuerpos los he conocido siempre como armas protectoras.
¿Entonces? ¿Sigue siendo un misterio?
Sí, creo que estas hipótesis son precipitadas. Estamos todavía
en la fase del misterio. Esto es un enorme misterio y, como le decía, yo llevo
toda la vida preparándome para ello.
Sergio Romagnani
Profesor Emérito de la Universidad de Florencia
Prensa El Confidencial
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Donald Trump amenazó este martes con suspender las
contribuciones de EE.UU. a laOrganización Mundial de la Salud (OMS), a la que
acusó de haber gestionado mal la crisis del coronavirus. Según el presidente de
EE.UU., la organización internacional bajo el paraguas de la ONU«se equivocó»
sobre la epidemia y debía haber avisado sobre su gravedad «meses antes». «Lo
tenían que haber sabido y probablemente lo sabían», acusó en su rueda de prensa
diaria. A Trump se le ha acusado de una reacción tardía y tibia ante la
epidemia de Covid-19, a la que en un principio despreció «como una gripe» y
dijo que «se iría en abril». EE.UU. es el país con más casos del mundo, con
cerca de 400.000 contagios y más de 12.000 muertos.
Trump también ha acusado a Chinade falta de información y de
ocultar datos, y ayer aseguró que la OMS es «chino-céntrica». EE.UU. es, de
lejos, el mayor financiador de la OMS, con una contribución en el último
ejercicio de casi 58 millones de dólares. «Vamos a poner en suspenso el dinero
que dedicamos a la OMS, una suspensión muy fuerte», dijo Trump, que después,
durante el turno de preguntas, cambió a medias de postura: «No estoy diciendo
que vaya a hacerlo», dijo antes de añadir: «nos plantearemos acabar con la
financiación».
El presidente de EE.UU. ha criticado en concreto el consejo que
dio la OMS al principio de la crisis del coronavirus de mantener las fronteras
abiertas con China. Así, ha vuelto a pronunciarse en este sentido durante la
rueda de prensa en la Casa Blanca. Estados Unidos cerró sus fronteras a China
el 31 de enero en respuesta a la amenaza creciente de la expansión del
Covid-19. «Criticaron mi prohibición de viaje de China y estaban equivocados»,
señaló.
Javier Ansorena
Prensa ABC
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La pandemia de coronavirus ofrecerá muchas lecciones sobre qué
hacer mejor para salvar más vidas y hacer menos daño económico la próxima vez.
Pero ya hay una forma de garantizar que las futuras pandemias sean menos
letales: reformar o desfinanciar a la Organización Mundial de la Salud (OMS).
La semana pasada, el senador de Florida, Rick Scott, solicitó una investigación
del Congreso sobre el "papel de la agencia de las Naciones Unidas para
ayudar a la China comunista a ocultar información sobre la amenaza del coronavirus".
La podredumbre en la OMS va más allá de la aventura con Beijing, pero ese es un
buen lugar para comenzar.
El brote de coronavirus comenzó en Wuhan, China, en algún
momento del otoño, tal vez tan temprano como noviembre. Se aceleró en
diciembre. Caixin Global informó que los laboratorios chinos habían secuenciado
el genoma del coronavirus a fines de diciembre, pero los funcionarios chinos
les ordenaron destruir muestras y no publicar sus hallazgos. El 30 de
diciembre, el Dr. Li Wenliang advirtió a los médicos chinos sobre el virus, y
varios días después las autoridades locales lo acusaron de mentiras que
"perturbaron gravemente el orden social".
Funcionarios taiwaneses advirtieron a la OMS el 31 de diciembre
que habían visto evidencia de que el virus podía transmitirse de persona a
persona. Pero la agencia, inclinándose ante Beijing, no tiene una relación
normal con Taiwán. El 14 de enero, la OMS tuiteó: "Las investigaciones
preliminares realizadas por las autoridades chinas no han encontrado evidencia clara
de transmisión de persona a persona". La agencia tardó otra semana en
revertir esa información errónea.
Del 22 al 23 de enero, un comité de emergencia de la OMS debatió
si declarar a Covid-19 como una "emergencia de salud pública de interés
internacional". El virus ya se había extendido a varios países, y hacer
tal declaración habría preparado mejor al mundo. Debería haber sido una
decisión fácil, a pesar de las objeciones de Beijing. Sin embargo, el director
general Tedros Ghebreyesus se negó y en su lugar viajó a China. Finalmente hizo
la declaración el 30 de enero, perdiendo una semana de tiempo precioso, y su
retórica sugiere que el viaje a Beijing fue más sobre política que sobre salud
pública. "El gobierno chino debe ser felicitado por las medidas
extraordinarias que ha tomado", dijo. "No dejé absolutamente ninguna
duda sobre el compromiso de China con la transparencia".
Un estudio de la Universidad de Southampton sugiere que el
número de casos de coronavirus podría haberse reducido en un 95% si China
hubiera pasado a contener el virus tres semanas antes. Sin embargo, el Dr.
Tedros dijo que Beijing había establecido "un nuevo estándar para la
respuesta al brote". También elogió la velocidad con la que China
"secuencia el genoma y lo comparte con la OMS y el mundo". China no
lo hizo hasta el 12 de enero. l
El 30 de enero, el Dr. Tedros también dijo que "la OMS no
recomienda limitar el comercio y el movimiento". El presidente Trump
ignoró el consejo y anunció restricciones de viaje a China al día siguiente, lo
que desaceleró la propagación del virus. Las élites progresistas
estadounidenses se hicieron eco de la OMS y criticaron a Trump. La OMS no
declaró el coronavirus una pandemia hasta el 11 de marzo. No es que nada de
esto haya provocado mucha búsqueda del alma. Aludiendo a China, el funcionario
de la OMS Michael Ryan dijo la semana pasada: "Tenemos que tener mucho
cuidado también para no calificar a cliertas partes del mundo como no
cooperativas". Beijing promocionó los comentarios, ya que tiene otras
declaraciones de la OMS.
Este registro es trágico pero no sorprendente. Gran parte de la
culpa de los fracasos de la OMS recae en el Dr. Tedros, que es político, no
médico. Como miembro del Frente de Liberación del Pueblo Tigray de izquierda,
ascendió a través del gobierno autocrático de Etiopía como ministro de Asuntos
Exteriores y de Salud. Después de tomar el puesto de director general en 2017,
trató de instalar al dictador de Zimbabwe Robert Mugabe como embajador de buena
voluntad de la OMS.
China inevitablemente gana más influencia internacional a medida
que su economía crece. Pero, ¿por qué la OMS parece mucho más temerosa de la
ira de Beijing que la de Washington? Solo el 12% de las contribuciones
evaluadas de los estados miembros de la OMS provienen de China. Estados Unidos
aporta el 22%. Los estadounidenses en la OMS generalmente son leales a la
institución, mientras que los nombrados chinos anteponen los intereses chinos o
sufrirán la ira de Beijing.
La influencia de China sobre la OMS ha sido organizada y
consistente, mientras que la respuesta de los Estados Unidos ha sido al azar.
Washington necesita un mariscal de campo para liderar la lucha contra el
dominio chino en la OMS y otras organizaciones internacionales. Sin embargo, la
Oficina de Asuntos de Organización Internacional del Departamento de Estado
carece de un representante político. Estados Unidos tendrá aliados en un
esfuerzo por reformar a la OMS. Un frustrado viceprimer ministro japonés llamó
a la OMS la "Organización de Salud China". Según los informes, el
primer ministro británico, Boris Johnson, está repensando los lazos entre el
Reino Unido y China sobre la falta de franqueza de China sobre el virus.
El Congreso debería investigar cómo se desempeñó la OMS contra
el coronavirus y si sus juicios fueron corrompidos por la influencia política
de China. De todas las instituciones internacionales, la OMS debería ser la
menos política. Su misión principal es coordinar los esfuerzos internacionales
contra las epidemias y proporcionar una orientación honesta de salud pública.
Si la OMS es simplemente una Línea Maginot politizada contra las pandemias,
entonces es peor que inútil y no debería recibir más fondos de los Estados
Unidos. Y si las élites de política exterior quieren saber por qué tantos
estadounidenses desconfían de las instituciones internacionales, ¿quién es?
Junta Editorial
En relación a la entrevista a Sergio Romagnani, muestra el primer retroceso del Covid 19 en Europa,en contra de la posición de la OMS ,en Véneto con estas medidas:1_Uso de mascarillas 2-Test a los asintomáticos y su aislamiento 3-Evitar la hospitalización. Este aporte es decisivo, en la lucha contra el COVID-19.
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