lunes, 26 de agosto de 2013

De la luz de Buda a la locura de Cristo


 

Entrevista a disidente camboyana sobreviviente al genocidio de los Khmer Rojos

Por Luca Marcolivio
RIMINI, 26 de agosto de 2013 (Zenit.org) - Claire Ly es una camboyana que del budismo se convirtió al catolicismo, después de haberse salvado del genocido de los Khmer Rouge, durante la dictatura de Pol Pot, (1975-1979), en la que fue exterminada un cuarto de la población camboyana. Ly, entonces una joven profesora de filosofía, vio morir a muchos de sus familiares más cercanos.
Su pensamiento fue: “Por qué justamente me sucede todo esto a mi”. Pero el dolor por la ofensa recibida produjo una profunda transformación personal que la llevó a abrazar el cristianismo, la única religión que realmente podría dar un sentido a las tragedias más inhumanas: el amor como única respuesta posible al sufrimiento.
El testimonio de la disidente camboyana fue presentado al Meeting de Rimini para la Amistad de los Pueblos, que concluyó el sábado 24 y al margen de la misma, Clare Ly le narró a ZENIT algunos particulares dramáticos y al mismo tiempo luminosos, de la propia historia personal.
En la tragedia del genocidio en Camboya, ¿cuál fue para usted el momento más dramático?
--Claire Ly: Cuando perdí todo, fui llevada a las plantaciones de arroz, perdí todos los puntos de referencia, perdí a mis amigos y mi vida tomó otro sentido. Cuando se pierden los puntos de referencia no sabemos más quienes somos: la pérdida de identidad es la cosa más difícil.
¿Cuáles fueron las etapas de su acercamiento al cristianismo desde el budismo?
--Claire Ly: En mi primera etapa comenzé a insultar cotidianamente al Dios de los occidentales considerando que occidente sustancialmente era el responsable de mi tragedia, hasta un día en el cual en las plantaciones de arroz, bajó un silencio que por primera vez me hizo percibir que mi dolor y era también el de los otros.
La segunda etapa se cumplió en 1980 cuando estaba allá en Francia como refugiada política: comencé a leer el Evangelio y descubrí que Jesucristo era un mendicante como yo esto medio mucho ánimo.
La tercera etapa y definitiva fue descubrir la eucaristía. Fije la mirada sobre la hostia y sentí la llamada de Dios, de rodillas, delante de mi debilidad de mujer. En este momento dije sí, quiero ser discípula de Jesús. Y 1983 fue el año de mi bautismo.
Usted declaró que fue conquistada por el cristianismo y por la idea de un Dios que se rebaja y sufre con nosotros. ¿Comparte este punto de vista aún hoy?
--Claire Ly: No he sido yo a elegir el cristianismo es Jesús quien me ha llamado. La única cosa que he hecho es responder a la llamada Jesucristo. El punto más fuerte de nuestra religión es este Dios que vino a encontrarnos. Nuestra fe cristiana está fundada en la Encarnación, en Dios que se hizo hombre: es esto lo específico de la religión cristiana aunque tanto cristianos se hayan olvidado de esto.
¿Logró perdonar a quien le hizo tanto mal?
--Claire Ly: Cuesta mucho perdonar a los Khmer Rojos. Partiré desde un hecho vivido con mi hija: fuimos al lugar donde mis hermanos, mi padre y mi marido habían sido asesinados. Mi hija no conoció a su padre porque estaba en cinta de dos meses cuando sucedió la tragedia. Fuimos acompañados a este lugar por amigos budistas que recitaron enseñanza de Buda, diciendo que los hechos malos serán castigados, pero al mismo tiempo es necesario que los hechos sucedan.
Mi hija y yo hemos recitado el Padre Nuestro: “Padre perdónanos como hemos perdonado a quien nos ha ofendido”. En aquel momento nos hemos pedido si habíamos perdonado a los Khmer Rouge: nuestra respuesta fue, no.
¿Cómo hemos podido decir no, siendo discípulos de Jesucristo y visto que el perdón es el corazón de la vida cristiana? entonces le dije a mi hija que teníamos que mirar a Jesús en la cruz, Él no dijo: “Yo los perdono” pero “Padre perdónalos porque no saben lo que hacen”.
Mi hija y yo entonces le hemos dicho al Padre: “Padre, aquí estamos, somos mujeres débiles, nos sentimos incapaces de perdonar los Khmer Rojos, pero los ponemos en tus manos”. Ofrecemos por lo tanto nuestras debilidades y a nuestros verdugos en las manos del Padre.
Usted abrazó la fe católica en Europa, entretanto aquí se está perdiendo la identidad cristiana.
Claire Ly: No creo que Francia esté abandonando la fe cristiana. Lo que no hay más en Francia es la religión sociológica, según la cual yo voy a la Iglesia porque todos van. Los franceses están viviendo una fe como adhesión a Jesucristo: este hecho nos hace salir de la religión sociológica, yendo hacia una religión de masa. Cristo nos llamó a ser la sal de la tierra, los cristianos son la sal y tienen que levantar el gusto de la sociedad.
 La Iglesia en Francia está llamada a ser el sal de la sociedad, es necesario que ella acepte la idea de que no debe gobernar, porque el nuestro es un Dios que acompaña, como hace Jesús en la vía de Emmaus. Un poco lo que ha hecho Benedicto XVI con el 'Patio de los Gentiles'
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martes, 20 de agosto de 2013

¿QUIÉN ERA CARLO CARRETTO?


"Más allá de las cosas", de Carlo Carreto, fue el primer libro de espiritualidad contemporánea que cayó en mis manos. Mejor dicho, que colocó en mis manos el padre Francisco Solinas Leoni en los inicios de mi caminar por las sendas de la fe. Luego vinieron sus "Cartas del desierto", prologadas en la publicación de Ediciones Paulinas por el mismo P. Solinas, "Lo que importa es amar", "Yo, Francisco", "Padre, me pongo en tus manos", "El desierto en la ciudad"...en fin, que Carreto se convirtió en amigo mío. Pasados 25 años de su muerte, quiero rendirle homenaje reproduciendo (no creo que se disgusten) esta breve biografía publicada por la Asociación Familia Carlos de Foucauld de España en su boletín 172. Véase: http://www.carlosdefoucauld.es/Boletin/172/Iesus-Caritas-172-biografia.htm 

 
 
 
 
Carlo nació en Alejandría en el seno de una familia campesina el 2 de abril de 1910. En su juventud fue militante de la Acción Católica[1]. Profesionalmente ejerció de profesor. En 1940 fue nombrado director de Instituto, siendo cesado de su cargo a causa de su oposición al régimen fascista.
En 1946 es nombrado presidente de la GIAC (Juventud Italiana de Acción Católica). En 1953 renunció a su cargo por divergencias con los sectores católicos que estaban planeando una alianza con la derecha italiana. En este período de reflexión laboriosa y dolorosa fue cuando tomó la decisión de entrar a formar parte de la Fraternidad de los Hermanitos de Jesús, de la familia Carlos de Foucauld.
El 8 de diciembre de 1954, marchó a hacer su noviciado en El Abiodh Sidi Cheikh en Argelia, en donde, permaneció durante diez años, compartiendo su vida en fraternidad en el Sahara, en la zona de Tamanrasset. Este periodo fue una experiencia profunda de vida interior y de oración, en el silencio y en el trabajo, que marcaría toda su vida y sus actividades posteriores. En el año 1964, ingresó en los Hermanos del Evangelio, recién fundados, regresando a Italia. En 1965 se estableció en Spello (Perugia), en un monasterio abandonado donde, poco antes, había comenzado la vida comunitaria una nueva fraternidad de los Hermanos del Evangelio. Pronto, su prestigio, comenzó a atraer a personas al lugar, creyentes o no, para encontrarse interiormente. Desde entonces la comunidad se convirtió en un lugar de acogida, oración y reflexión.
Después de varios años de enfermedad, en la noche del 4 de octubre de 1988, en la fiesta de san Francisco de Asís[2], del que había escrito una biografía apasionada unos años antes, Carlo se encontró con el abrazo de Dios Padre.
«Detrás de la profecía proclamada de la Palabra de Dios, lo que aparece a mis ojos, es todo un choque, una especie de contradicción continua, a menudo una negación. Diría incluso que lo que aparece sea querido por Alguien o por algo para negar la profecía. Proclama la profecía a Abraham: “Mira al cielo y cuenta las estrellas, si puedes contarlas (…) Así será tu descendencia” (Gen 15,5)[3]. La realidad visible contesta: “¿Cómo es posible esto? Tiene cien años y el seno de tu mujer Sara es estéril y se encuentra consumido por el tiempo”.
Jesús pronuncia sobre el pan y el vino: “Esto es mi cuerpo, esta es mi sangre”. La razón del que escucha  contesta: ¿Cómo es posible esto? “Es duro este lenguaje”. (Jn 6, 60)[4]. De ahí que cuando uno profetiza a partir del cosmos y a partir de las contradicciones lo que aparece a la vista es que “Dios es Padre”; todo responde: “¡Bueno! ¿Cómo es posible que Dios sea Padre? Mira la injusticia, observa el hambre en el mundo, contempla el infierno que viven algunos seres humanos. ¿Cómo es posible que Dios sea Padre? Mi hijo murió. ¿Cómo es posible que Dios sea Padre?”. Y sé que a pesar de experimentarlo mil veces, cuando “creo” y afirmo con toda mi fuerza que la Palabra de Dios es eterna y que la profecía se cumplirá, trastorno la realidad, supero el peso de mi gravedad, entro en una órbita de luz, vivo una realidad divina, hago presente en mí el Reino, venzo el mundo que me rodea y que trata de asfixiarme. Cuando creo no soy un simple hombre sino que soy hijo de Dios. Creer no pertenece a nuestra dimensión natural; corresponde ciertamente a nuestra dimensión divina» (Carlo Carreto)

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[1] Forma de apostolado asociado de los laicos. Fundada por el papa Pío XI. Renovada con las directrices del Concilio Vaticano II. Son sus notas de identidad: eclesialidad, secularidad, organicidad, unión con la jerarquía.
[2] Yo, Francisco, Madrid, Edic. Paulinas, 208 p. La edición que citamos ya en el año 1983 había alcanzado su octava edición.
[3] Traducción Biblia de Jerusalén
[4] Ibid.


domingo, 18 de agosto de 2013

Todo lo que hay en tí debe ser injertado en él


San Juan Eudes, presbítero

Del tratado sobre el admirable Corazón de Jesús (Libro I,5: Opera omnia 6,107,113-115)

Te pido que pienses que nuestro Señor Jesucristo es realmente tu cabeza y que tú eres uno de sus miembros. Él es para ti como la cabeza para con los miembros; todo lo suyo es tuyo: el espíritu, el corazón, el cuerpo, el alma y todas sus facultades, y tú debes usar de todo ello como de algo propio, para que, sirviéndolo, lo alabes, lo ames y lo glorifiques. En cuanto a ti, eres para él como el miembro para con la cabeza, por lo cual él desea intensamente usar de todas tus facultades como propias, para servir y glorificar al Padre.

Y él no es para ti sólo eso que hemos dicho, sino que además quiere estar en ti, viviendo y dominando en ti a la manera que la cabeza vive en sus miembros y los gobierna. Quiere que todo lo que hay en él viva y domine en ti: su espíritu en tu espíritu, su corazón en el tuyo, todas las facultades de su alma en las tuyas, de modo que en ti se realicen aquellas palabras: Glorificad a Dios con vuestro cuerpo, y que la vida de Jesús se manifieste en vosotros.

Igualmente, tú no sólo eres para el Hijo de Dios, sino que debes estar en él como los miembros están en la cabeza. Todo lo que hay en ti debe ser injertado en él, y de él debes recibir la vida y ser gobernado por él. Fuera de él no hallarás la vida verdadera, ya que él es la única fuente de vida verdadera; fuera de él no hallarás sino muerte y destrucción. Él ha de ser el único principio de toda tu actividad y de todas tus energías; debes vivir de él y por él, para que en ti se cumplan aquellas palabras: Ninguno de nosotros vive para sí mismo y ninguno muere para sí mismo. Si vivimos, vivimos para el Señor; si morimos, morimos para el Señor; en la vida y en la muerte somos del Señor. Para esto murió y resucitó Cristo: para ser Señor de vivos y muertos.
Eres, por tanto, una sola cosa con Jesús, del mismo modo que los miembros son una sola cosa con la cabeza y, por eso, debes tener con él un solo espíritu, una sola alma, una sola vida, una sola voluntad, un solo sentir, un solo corazón. Y él debe ser tu espíritu, tu corazón, tu amor, tu vida y todo lo tuyo. Todas estas grandezas del cristiano tienen su origen en el bautismo, son aumentadas y corroboradas por el sacramento de la confirmación y por el buen empleo de las demás gracias comunicadas por Dios, que en la sagrada eucaristía encuentran su mejor complemento

viernes, 9 de agosto de 2013

¿CHESTERTON A LOS ALTARES?

‘FABRICANTE’ DE CONVERSOS A LA FE CATÓLICA

Comienza la investigación para la causa de beatificación de Chesterton

En su discurso de apertura de la 32 ª Conferencia Anual de Chesterton celebrada en Assumption College, Dale Ahlquist, el presidente de la American Chesterton Society, anunció que el obispo Peter Doyle de Northampton, Inglaterra, ha dado permiso para declarar que «se solidariza con nuestros deseos y está buscando un clérigo idóneo para comenzar una investigación sobre la posibilidad de abrir una causa para G.K. Chesterton.
08/08/13 7:24 PM | Imprimir | Enviar
(Zenit/InfoCatólica) El anuncio fue recibido con fuertes aplausos y gran emoción de los miembros de la the American Chesterton Society que han esperado durante mucho tiempo a un paso oficial hacia la causa de canonización de Chesterton. Gilbert Keith Chesterton (1874-1936) fue un escritor inglés prolífico y converso al catolicismo. Sus clásicas obras como «Orthodoxy» (Ortodoxia), «The Everlasting Man» (El hombre eterno), sus libros sobre san Francisco de Asís y santo Tomás de Aquino, así como historias de detective del padre Brown, han inspirado y deleitado a generaciones de lectores. Pero también ha sido una fuerza de impulso en la nueva evangelización ya que ha demostrado ser un ‘fabricante’ de conversos a la fe católica.
Dale Ahlquist, que ha escrito varios libros sobre Chesterton y también es invitado de la serie de EWTN «El apóstol del sentido común», es uno de esos conversos y ha jugado un papel clave en la conducción de la reactivación Chesterton. «Fue un gran privilegio para mí para hacer el anuncio en la conferencia», dijo. «Estoy agradecido por todo el trabajo realizado por los devotos de Chesterton de todo el mundo que ha llevado al obispo a tomar esta importante decisión. Una de las razones que lo motivaron en especial es el hecho de que su santidad, el papa Francisco, expresó su apoyo a la causa de Chesterton cuando era arzobispo de Buenos Aires».
Los escritos proféticos de Chesterton están siendo adoptadas por una nueva generación que se sienten atraídos por su elocuente defensa de la fe católica, de la familia tradicional, la santidad de la vida y la justicia económica. Él es conocido por su gran ingenio, humildad y profunda alegría católica. Él tuvo una gran influencia de grandes figuras como el arzobispo Fulton Sheen, CS Lewis, JRR Tolkien, Dorothy Day, y Jorge Luis Borges. «Creo que es en gran medida un santo para nuestro tiempo y podría atraer a muchas personas en la Iglesia católica», agregó Ahlquist.
Desde 1996, The American Chesterton Society (ACS) ha sido la principal organización dedicada a la divulgación de las ideas de Chesterton. Publica ‘Gilbert Magazine’ y ha iniciado más de 60 sociedades Chesterton locales en todo Estados Unidos. La conferencia nacional atrae a cientos de asistentes cada año. El ACS trabaja para llevar el sentido común de Chesterton, una fe profunda y la alegría de una nueva generación.