MARIA YANES (*)
El 30 de mayo de 2014 se presentó
el primer caso importado de chikungunya (CHIK) en nuestro país. A partir de esa
fecha y de manera acelerada, los casos autóctonos superaron los importados. En
el boletín epidemiológico nacional número 24, correspondiente a la semana del 8
al 14 de junio de 2014, se publicó por primera vez sobre “la vigilancia, manejo
de pacientes y medidas de prevención y control para la fiebre chikungunya”, pero
en ningún momento se reportó el número de casos sospechosos y confirmados de
manera oficial.
La información de la cual
disponemos al cumplirse 9 meses de la penetración de este virus en nuestro
país, es la cifra oficial que pudieran haber proporcionado las autoridades de
salud de Venezuela a la Organización Panamericana de la Salud (OPS) reflejada
en la tabla que publica dicha organización sobre el número de casos reportados
de chikungunya en países o territorios de las Américas.
Según esta fuente, en lo que va
de año, en la semana epidemiológica número 8 y actualizada hasta el 27 de
febrero de 2015, se reportan en Venezuela 34.642 casos sospechosos y 2.303
casos confirmados, cifras que nos sorprenden por ser la misma reportada al
cierre de la última información de la OPS correspondiente al 29 de diciembre de
2014.
Este número de casos se
contradice totalmente con las proyecciones extraoficiales que han realizado
nuestros expertos epidemiólogos, los cuales han señalado que la fiebre
chikungunya ha afectado en forma de brote epidémico a nuestra población y por
supuesto el número de casos ha sido superior a lo que reporta la OPS. Nos
preguntamos: ¿no ha habido más casos de CHIK desde que culminó el año 2014?
Dato incongruente y nada creíble. ¿Cuál es el estatus actual de esta enfermedad
en nuestro país? Ya se registra un número de casos muy bajo; sobre todo en los
estados centrales, se mantendrá como una enfermedad endémica, esto quiere decir
la presencia de casos habituales de esta enfermedad en una población concreta.
Sin embargo, en los estados occidentales, como Táchira, Mérida, Trujillo,
Barinas y Zulia, todavía hay un número importante de casos, de manera que hay
mucho por hacer para la prevención y control del CHIK.
Pero es necesario destacar de
este virus, que a pesar de su bajo índice de mortalidad –apenas 0,3 a 1
paciente por cada 1.000 casos–, puede dejar graves secuelas articulares en los
pacientes a diferencia del dengue (recordemos que ambas enfermedades son
transmitidas por el mismo mosquito). Actualmente son muchas las personas que
incluso se han visto afectadas en el ámbito laboral por la repercusión en las
articulaciones. Esta complicación pudiera durar desde meses hasta 2 años, e
incluso llegar a la expresión clínica de artritis crónica. Se han descrito
casos de pacientes que han tenido un importante alcance en las articulaciones
de las manos con dificultad para la aprensión de algún objeto pudiendo ser
incapacitados permanentes; según expertos, 20 % de las personas que la ha
padecido pueden presentar este cuadro, que además requieren medicación
indefinida, la que a su vez es difícil de conseguir actualmente en las red de
farmacias.
Uno de los aspectos puntuales a
considerar también son aquellos pacientes crónicos con enfermedades como
diabetes, cardiopatías, insuficiencia renal, Parkinson, entre otras, que pueden
complicarse con un cuadro grave de CHIK. Por ser una enfermedad emergente, es
decir, de reciente aparición en Venezuela, somos una población muy susceptible
desde el punto de vista inmunológico y hay más tendencia a que el brote
epidémico sea de mayor connotación. Afortunadamente este virus deja inmunidad y
tiende a no repetir, pero las interrogantes finales son: ¿las autoridades de
salud han considerado estas últimas observaciones? ¿Se han realizado o previsto
hacer de manera permanente campañas de educación masiva sobre las medidas de
prevención a la población?
No basta con la fumigación y la
abatización –eliminación de los criaderos del mosquito–, si se ha hecho de
manera efectiva a cargo de la Dirección de Salud Ambiental del Ministerio de
Salud. Se aproxima la temporada de lluvias, con lo cual aumenta la población
del mosquito transmisor. Sumamos a esto el silencio oficial a través de la no
emisión del boletín epidemiológico nacional desde hace 4 meses, herramienta
fundamental para la vigilancia y control epidemiológico de enfermedades
endémicas y epidémicas, destacando una vez más, como lo señalamos al principio,
nunca se reportaron los casos de CHIK en dicho boletín a pesar de haber sido
declarada enfermedad de notificación obligatoria en octubre del pasado año.
Tanto mi esposa como yo fuimos vícítimas de la enfermedad, quedando con molestias articulares, que han durado hasta después de 6 mese de la fase aguda.- Somos personas de 4a. edad.- No hubo denuncia, por no ser obligatorio hacerla. ¿CUANTAS PERSONAS ESTARÁN EN EL MISMO CASO?
ResponderBorrarTanto a mi esposa como a mi pacecimos la CHIKU hace seis meses y tenemos todavía molestias articulares. Somos personas de 4a. Edad, y no hubo denuncia por no haber sido declrada ENFERMEDAD DE DENUNCIA OBLIGATORIA.
ResponderBorrarNOS PREGUNTAMOS: ¿CUAL SERÁ EL NÚMERO DE PACIENTES QUE ESTÁN EN EL MISMO CASO? CUAL SERÁ SU ESTADO DE SALUD ACTUAL? ¿QUE INTENSIDAD TUVO SU AFECCIÓN, CUANTO DURÓ Y CUANTAS HORAS DE TRABAJO ÚTIL FUERON PERDIDAS POR ESTA CAUSA?
MARIA YANES ESCRIBIÓ:Lamentablemente , el Ministerio de Salud nunca reporto el numero oficial de casos, tanto sospechosos como confirmados de CHIK, a pesar de haberse declarado como enfermedad de notificación obligatoria, lo cual siempre me ha parecido una irresponsabilidad de las autoridades de salud, lo importante de esta enfermedad, a pesar de la mortalidad la cual es muy baja, es la afectación articular y las secuela en relación a este problema, el numero de personas que están con este cuadro no lo sabemos exactamente, pero las referencias bibliográficas señalan que aproximadamente un 20 % de pacientes puede presentar estas complicaciones en relación a las secuelas , que pudieran durar hasta dos años , esta es la real importancia de esta enfermedad y que las autoridades de salud parecen no tomar en cuenta.
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