Poca gente conoce
la historia del primer pedido a favor de la subsistencia del Rito Tridentino
cuándo se anunció en Novus Ordo Missae. Un grupo de intelectuales ingleses,
luego apoyado por europeos y americanos se dirigieron al Papa Pablo VI para
rogarle que no dejara perecer el rito multisecular de la Iglesia. Lo hicieron
en nombre de la cultura, a través del entonces Cardenal Primado de Inglaterra,
quién accedió gustosamente a presentar el pedido. Cuando el papa Montini leyó
las firmas se detuvo sobre una de ellas: “¡Oh, Agatha Christie!”, dicen que expresó al leer su nombre. Inmediatamente autorizó el
permiso. Sin embargo, cuando el entonces Prefecto de la Congregación del Culto Divino
y la Disciplina de los Sacramentos, Mons. Bugnini, recibió la orden de expedir el Indulto, al comunicar la
respuesta Pontificia, anexó a ésta por su cuenta una nota personal sugiriendo que se evitara darle publicidad. A lo que los ingleses no hicieron el menor caso y en pocos años sus templos -en especial el Brompton Oratory, de Londres-, se llenaron con fieles de todo el mundo… para oír “la Misa”.
Se sabe que Pablo VI era un lector ferviente de la novelista inglesa, lo que explica que ya no necesitó examinar cualquiera otro nombre. El
de Agatha Christie bastó finalmente para el placet papal. Su fama se sobrepuso
a de Jacques Maritain o Francois Mauriac.
El texto de la
carta de pedido es el siguiente:
“Si algún decreto
insensato llegase a ordenar la destrucción total o parcial de las basílicas o
las catedrales, obviamente serían las personas beneficiadas por la cultura
-cualesquiera fuesen sus creencias personales-, quienes se alzarían
horrorizadas en oposición a una posibilidad tal. Ahora el hecho es que las
basílicas y catedrales fueron construidas para celebrar un rito que, hasta hace
unos meses, constituía una tradición viva. Nos estamos refiriendo a la Misa
Romana Tradicional. Aún así, de acuerdo a las últimas informaciones
provenientes de Roma, existe un plan para hacer desaparecer dicha Misa hacia
fines del año en curso. Uno de los axiomas de la publicidad contemporánea,
tanto religiosa como secular, es que el hombre moderno en general, y los
intelectuales en particular, se han vuelto intolerantes a toda forma de
tradición y están ansiosos por suprimirlas y poner alguna otra cosa en su
lugar. Pero, como muchas otras afirmaciones de nuestras máquinas publicitarias,
este axioma es falso, Hoy, como en los tiempos pasados, la gente culta está a
la vanguardia, allí donde es necesario el reconocimiento del valor de la
tradición, y son los primeros en dar la voz de alarma cuando ella es amenazada.
No estamos considerando en este momento la experiencia religiosa o espiritual
de millones de individuos. El rito en cuestión, en su magnífico texto latino,
ha inspirado una pléyade de logros artísticos invalorables -no solo obras
místicas sino la de poetas, filósofos, músicos, arquitectos, pintores y
escultores de todos los países y épocas. De este modo pues, el Rito pertenece a
la cultura universal, tanto como a los hombres de Iglesia y a los cristianos
formales. En la civilización materialista y tecnocrática de hoy con su
creciente amenaza para la mente y el espíritu en su expresión creativa original
-la palabra- parece especialmente inhumano privar al hombre de formas verbales
que han alcanzado su más excelsa manifestación. Los firmantes de éste pedido,
que es completamente ecuménico y apolítico, proceden de cada una de las ramas
de la cultura europea y de otras partes. Quieren llamar la atención de la Santa
Sede sobre la apabullante responsabilidad en la que incurriría en la historia
del espíritu humano si se negara a permitir la subsistencia de la Misa
Tradicional, incluso aunque esta subsistencia tuviera lugar junto con otras
formas litúrgicas.”
Harold Acton (escritor), Vladimir Ashkenazy (pianista), John Bayler, Sir Lennox Berkeley
(compositor), Maurice Bowra (académico), Agatha Christie(escritora), Kenneth Clark (escritor e
historiador), Nevill Coghill (escritor), Cyril Connolly (crítico literario y
escritor), Sir Colin Davis (director
sinfónico), Hugh Delargy (politico irlandés Partido Laborista), Robert Exeter,
Miles Fitzalan-Howard (17º Duque de Norfolk), Constantine Fitzgibbon
(historiador y novelista), William Glock (crítico musical), Magdalen Gofflin, Robert Graves(poeta y novelista), Graham Greene (escritor), Ian Greenless, Joseph Grimond
(politico ingles Partido Liberal), Harman Grisewood (escritor), Colin Hardie,
Rupert Hart-Davis (editor), Barbara Hepworth (escultora), Auberon Herbert
(filósofo y miembro del Parlamento), John Jolliffe, David Jones, Osbert
Lancaster (caricaturista), F.R. Leavis (crítico literario), Cecil Day Lewis
(poeta), Compton Mackenzie (escritor nacionalista escocés), George Malcolm
(director sinfónico), Sir Max Mallowan (arqueólogo y marido de Agatha
Christie), Alfred Marnau, Yehudi Menuhin (violinista y
director sinfónico americano), Nancy Mitford (novelista), Raymond Mortimer
(escritor y crítico literario), Malcolm Muggeridge (periodista), Iris Murdoch
(escritor y filósofo irlandés), John Murray, Sean O’Faolain (escritor
irlandés), E.J. Oliver, Lord Oxford and Asquith, William Plomer (escritor
sudafricano), Kathleen Raine (poetisa), Baron William Rees-Mogg (periodista y
escritor), Sir Ralph Richardson (actor), John Ripon, Charles Russell, Rivers
Scott, Joan
Sutherland (soprano australiana), Philip Toynbee (escritor y
periodista), Martin Turnell, Bernard Wall, Sir Patrick Wall (militar y miembro
del Parlamento), Edward Ingram Watkin (escritor y político pacifista), R.C.
Zaehner (académico), Jorge Luis
Borges (escritor
argentino), Giorgio De
Chirico (pintor
pre-surrealista griego), Elena Croce, Wystan Hugh Auden (poeta
anglo-americano), Bresson Dreyer, Augusto Del Noce, Julien Green (escritor americano), Jacques
Maritain (filósofo
francés), Eugenio Montale (poeta italiano, Premio Nobel de Literatura),
Cristina Campo, François Mauriac (Premio Nobel de Literatura), Salvatore Cuasimodo (escritor italiano, Premio Nobel de Literatura), Evelyn Waugh (escritor), Maria Zambrano (ensayista y
filósofa española), Elémire Zolla, Gabriel
Marcel (filósofo francés), Salvador De Madariaga (diplomático e historiador español), Gianfranco Contini
(crítico literario y filólogo italiano), Giacomo Devoto (lingüista italiano),
Giovanni Macchia (crítico literario), Massimo Pallottino (arqueólogo italiano),
Ettore Paratore (latinista italiano), Giorgio Basan (escritor italiano), Mario
Luzi (senador italiano), Guido Piovene (escritor y periodista italiano), Andrés Segovia (músico español).
Fuentes: Panorama católico internacional http://panoramacatolico.info/articulo/la-lista-agatha-christie-o-el-primer-indulto-a-la-misa-tridentina
Radio Cristiandad. La voz de la tradición católica https://radiocristiandad.wordpress.com/2014/09/15/agatha-christie-defendio-la-misa-tridentina/
Radio Cristiandad. La voz de la tradición católica https://radiocristiandad.wordpress.com/2014/09/15/agatha-christie-defendio-la-misa-tridentina/
¡Qué buena historia! Para algo más que escribir sirven los escritores...¿La conciencia universal?
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