lunes, 15 de febrero de 2016

EL DÍA QUE AGATHA CHRISTIE SALVÓ A LA MISA EN LATIN


Poca gente conoce la historia del primer pedido a favor de la subsistencia del Rito Tridentino cuándo se anunció en Novus Ordo Missae. Un grupo de intelectuales ingleses, luego apoyado por europeos y americanos se dirigieron al Papa Pablo VI para rogarle que no dejara perecer el rito multisecular de la Iglesia. Lo hicieron en nombre de la cultura, a través del entonces Cardenal Primado de Inglaterra, quién accedió gustosamente a presentar el pedido. Cuando el papa Montini leyó las firmas se detuvo sobre una de ellas: “¡Oh, Agatha Christie!”, dicen que expresó al leer su nombre. Inmediatamente autorizó el permiso. Sin embargo, cuando el entonces Prefecto de la Congregación del Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos, Mons. Bugnini, recibió la orden de expedir el Indulto, al comunicar la respuesta Pontificia, anexó a ésta por su cuenta una nota personal sugiriendo que se evitara darle publicidad. A lo que los ingleses no hicieron el menor caso y en pocos años sus templos -en especial el Brompton Oratory, de Londres-, se llenaron con fieles de todo el mundo… para oír “la Misa”.
Se sabe que Pablo VI era un lector ferviente de la novelista inglesa, lo que explica que ya no necesitó examinar cualquiera otro nombre. El de Agatha Christie bastó finalmente para el placet papal. Su fama se sobrepuso a de Jacques Maritain o Francois Mauriac.



El texto de la carta de pedido es el siguiente:

Si algún decreto insensato llegase a ordenar la destrucción total o parcial de las basílicas o las catedrales, obviamente serían las personas beneficiadas por la cultura -cualesquiera fuesen sus creencias personales-, quienes se alzarían horrorizadas en oposición a una posibilidad tal. Ahora el hecho es que las basílicas y catedrales fueron construidas para celebrar un rito que, hasta hace unos meses, constituía una tradición viva. Nos estamos refiriendo a la Misa Romana Tradicional. Aún así, de acuerdo a las últimas informaciones provenientes de Roma, existe un plan para hacer desaparecer dicha Misa hacia fines del año en curso. Uno de los axiomas de la publicidad contemporánea, tanto religiosa como secular, es que el hombre moderno en general, y los intelectuales en particular, se han vuelto intolerantes a toda forma de tradición y están ansiosos por suprimirlas y poner alguna otra cosa en su lugar. Pero, como muchas otras afirmaciones de nuestras máquinas publicitarias, este axioma es falso, Hoy, como en los tiempos pasados, la gente culta está a la vanguardia, allí donde es necesario el reconocimiento del valor de la tradición, y son los primeros en dar la voz de alarma cuando ella es amenazada. No estamos considerando en este momento la experiencia religiosa o espiritual de millones de individuos. El rito en cuestión, en su magnífico texto latino, ha inspirado una pléyade de logros artísticos invalorables -no solo obras místicas sino la de poetas, filósofos, músicos, arquitectos, pintores y escultores de todos los países y épocas. De este modo pues, el Rito pertenece a la cultura universal, tanto como a los hombres de Iglesia y a los cristianos formales. En la civilización materialista y tecnocrática de hoy con su creciente amenaza para la mente y el espíritu en su expresión creativa original -la palabra- parece especialmente inhumano privar al hombre de formas verbales que han alcanzado su más excelsa manifestación. Los firmantes de éste pedido, que es completamente ecuménico y apolítico, proceden de cada una de las ramas de la cultura europea y de otras partes. Quieren llamar la atención de la Santa Sede sobre la apabullante responsabilidad en la que incurriría en la historia del espíritu humano si se negara a permitir la subsistencia de la Misa Tradicional, incluso aunque esta subsistencia tuviera lugar junto con otras formas litúrgicas.”


Harold Acton (escritor), Vladimir Ashkenazy (pianista), John Bayler, Sir Lennox Berkeley (compositor), Maurice Bowra (académico), Agatha Christie(escritora), Kenneth Clark (escritor e historiador), Nevill Coghill (escritor), Cyril Connolly (crítico literario y escritor), Sir Colin Davis (director sinfónico), Hugh Delargy (politico irlandés Partido Laborista), Robert Exeter, Miles Fitzalan-Howard (17º Duque de Norfolk), Constantine Fitzgibbon (historiador y novelista), William Glock (crítico musical), Magdalen Gofflin, Robert Graves(poeta y novelista), Graham Greene (escritor), Ian Greenless, Joseph Grimond (politico ingles Partido Liberal), Harman Grisewood (escritor), Colin Hardie, Rupert Hart-Davis (editor), Barbara Hepworth (escultora), Auberon Herbert (filósofo y miembro del Parlamento), John Jolliffe, David Jones, Osbert Lancaster (caricaturista), F.R. Leavis (crítico literario), Cecil Day Lewis (poeta), Compton Mackenzie (escritor nacionalista escocés), George Malcolm (director sinfónico), Sir Max Mallowan (arqueólogo y marido de Agatha Christie), Alfred Marnau, Yehudi Menuhin (violinista y director sinfónico americano), Nancy Mitford (novelista), Raymond Mortimer (escritor y crítico literario), Malcolm Muggeridge (periodista), Iris Murdoch (escritor y filósofo irlandés), John Murray, Sean O’Faolain (escritor irlandés), E.J. Oliver, Lord Oxford and Asquith, William Plomer (escritor sudafricano), Kathleen Raine (poetisa), Baron William Rees-Mogg (periodista y escritor), Sir Ralph Richardson (actor), John Ripon, Charles Russell, Rivers Scott, Joan Sutherland (soprano australiana), Philip Toynbee (escritor y periodista), Martin Turnell, Bernard Wall, Sir Patrick Wall (militar y miembro del Parlamento), Edward Ingram Watkin (escritor y político pacifista), R.C. Zaehner (académico), Jorge Luis Borges (escritor argentino), Giorgio De Chirico (pintor pre-surrealista griego), Elena Croce, Wystan Hugh Auden (poeta anglo-americano), Bresson Dreyer, Augusto Del Noce, Julien Green (escritor americano), Jacques Maritain (filósofo francés), Eugenio Montale (poeta italiano, Premio Nobel de Literatura), Cristina Campo, François Mauriac (Premio Nobel de Literatura), Salvatore Cuasimodo (escritor italiano, Premio Nobel de Literatura), Evelyn Waugh (escritor), Maria Zambrano (ensayista y filósofa española), Elémire Zolla, Gabriel Marcel (filósofo francés), Salvador De Madariaga (diplomático e historiador español), Gianfranco Contini (crítico literario y filólogo italiano), Giacomo Devoto (lingüista italiano), Giovanni Macchia (crítico literario), Massimo Pallottino (arqueólogo italiano), Ettore Paratore (latinista italiano), Giorgio Basan (escritor italiano), Mario Luzi (senador italiano), Guido Piovene (escritor y periodista italiano), Andrés Segovia (músico español).
Fuentes: Panorama católico internacional http://panoramacatolico.info/articulo/la-lista-agatha-christie-o-el-primer-indulto-a-la-misa-tridentina

Radio Cristiandad. La voz de la tradición católica https://radiocristiandad.wordpress.com/2014/09/15/agatha-christie-defendio-la-misa-tridentina/

1 comentario:

  1. ¡Qué buena historia! Para algo más que escribir sirven los escritores...¿La conciencia universal?

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