MARÍA YANES
Nunca nos imaginamos
que se iba a llegar a una situación socioeconómica que repercutiera de manera
tan negativa, prácticamente en todos los sectores del país. La profunda crisis
económica que está atravesando Venezuela afecta a todos los estratos sociales,
fundamentalmente a la clase popular y media, por supuesto, a la clase
trabajadora. El ciudadano común o, como se dice coloquialmente, “el ciudadano
de a pie”, son los más afectados ya que su sobrevivencia y calidad de vida depende
del ingreso de su fuente de trabajo. Actualmente todo trabajador venezolano que
realiza cualquier actividad, oficio o profesión para el sector público requiere
de por lo menos 7 salarios mínimos para su manutención y la de su familia.
Según
informe de expertos en la materia, el costo de la canasta básica familiar es de
Bs. 42.000, la canasta alimentaria aumentó en una semana Bs.7.900, y el índice
de inflación subió a 73% en el primer semestre del año. Con esto no le resto la
gran importancia a la angustia de cualquier trabajador independiente de la
profesión u oficio que desempeñe ya que me referiré a la situación salarial del
médico venezolano en el sector público, como un trabajador venezolano más y que
depende de sus ingresos para su manutención. Para asombro de muchos, el médico
que trabaja para el Ministerio del Poder Popular para la Salud (MPPS), percibe
el siguiente sueldo básico: médico residente 8 horas de contratación, Bs.
5.768; médico especialista I, a 6 horas de contratación, Bs. 6.185, a 8 horas
de contratación, Bs. 8.748; el médico especialista II a 6 horas recibe Bs.6.510,
y a 8 horas, Bs.8.880. Finalmente se llega a obtener un salario integral,
beneficiándose con el pago de bonos por guardias nocturnas, a disponibilidad,
bonos de profesionalización, etc., un monto mensual entre Bs.15.000 y Bs.20.000.
El último ajuste salarial se aprobó en el año 2014 y apenas fue de un 30% ¿Cuántos
salarios mínimos representa esta cantidad? Apenas dos o máximo tres. Si hacemos
la equivalencia en base al dólar según la tasa Simadi vigente a Bs.199, 98, tendría
un salario equivalente a $100 mensuales tomando en cuenta el monto más alto del
salario integral. En conclusión, el médico venezolano es uno de los que menos
se beneficia en relación al salario en América Latina. Para rematar, el médico
jubilado por el MPPS, sale con el primer escalafón de la tabla salarial y con
el 80 % del sueldo básico, es decir, un médico que trabajó 30 años para el
Ministerio de Salud e inclusive con dos especialidades, sale con un beneficio
de jubilación mensual de apenas Bs. 5.841. Leí recientemente las declaraciones
del presidente del Colegio de Médicos del Dto. Metropolitano de Caracas, y me
causaron asombro, y a la vez rabia e impotencia. Manifiesta que al médico se le
debe dar un incremento salarial del 200%, lo cual representaría por lo menos 12
salarios mínimos. Por supuesto, pudiéramos estar de acuerdo, no obstante
después de períodos de silencio en medio de esta crisis, manifiesta lo que
debería haber hecho desde un principio, cuando el médico venezolano, egresado
de la facultad de medicina de nuestras universidades tradicionales fue objeto
de juicio, críticas y humillación por parte de este sistema de gobierno que ha
conculcado el derecho de los trabajadores y por supuesto del gremio médico de
firmar una convención colectiva de trabajo como lo estipula el artículo 96 de
la Constitución. Por supuesto, este gobierno también se ha llevado por delante
el derecho gremial y están en mora las elecciones del gremio médico, es de gran
importancia renovar a los dirigentes actuales
dar paso a otros que expresen y mantengan la fuerza necesaria y
permanente para luchar ante tamaña injusticia.
Los colegios médicos han mermado
de manera importante su fuerza gremial, se ha permitido el ingreso de médicos
extranjeros o mejor dicho provenientes de Cuba a ejercer libremente la
profesión médica, se han creado estudios paralelos de medicina caracterizados
por una muy deficiente calidad académica y son estos médicos extranjeros
quienes se encargan de formar a quienes aspiran tener un título de médico. Muy
al contrario de nuestros médicos que salen egresados de las universidades
tradicionales, quienes actualmente se enfrentan a tanta adversidad para salir
formados con los conocimientos requeridos, y de paso con este salario que
además de indigno e injusto, es un salario mísero. ¿Cómo se les pide que se
queden a trabajar en nuestros hospitales públicos?